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La cárcel: instrumento de un sistema falaz: (un intento humanizante)

Por: Tipo de material: TextoTextoIdioma: Español Detalles de publicación: Argentina: Lumen, 2005Edición: 1a edDescripción: 190 p., 4 h: fotos, gráfico, cuadro; 22 x 15 cmISBN:
  • 987-00-0542-x
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 361.3 - Trabajo social
Resumen: “Víctor Hugo Mamaní plantea un modelo alternativo fundado entra l conversación entre personas, no entre un guardia cárcel y un preso; una conversación que, fundada en el lenguaje y en el despliegue de ideas y emociones, permite construir una relación interpersonal, intersubjetiva, en la que cada una aparece frente al otro como otro sujeto, y no como el catigador y el castigado. Imbuido de una pedagogía de la presencia, tal como la predica Antonio Gomes da Costa (quien, a través de UNICEF, tanto ha hecho por los niños de la calle y en la calle, para evitar que un día se conviertan en quienes llenan las cárcel o sean víctimas de abusos y castigos), Víctor Hugo pone en evidencia su presencia, una ética del cuidado, una mano y un palabra que se tiene para iniciar un dialogo y una tarea de distintos de los que se hacen en las cárceles. Abre candados y rejas. Comparte esperanza. Crea espacios cotidianos vivenciales. Trabaja sobre lo sano, no sobre lo enfermo. Porque tiene conciencia de que el también esta privado de su libertad, de que es un preso más en el sistema que nos encierra, nos presiona, aunque sea cometido en un delito. Víctor Hugo Mamani inicia una alternativa humana, en esta sociedad casa día más deshumanizada. “Aquel que hace algo puede equivocarse”, nos dice en algún momento de su libro, pero “Aquel que no hace nada ya está equivocado”. Me gustan los transgresores, entendiendo por tales a los creadores. A los que aventuran a tomar su palabra y poner en acto todo su cuerpo vital, toda su biografía total. Desde la época de Pettinato, creo que nada se ha intento cambiar en ellas en nuestro país. Como a él, seguro también te criticaran, porque es más fácil dejar que todo siga igual que siempre. Tal vez algún día. Víctor Hugo Mamani, alguien como yo, pero desde tu profesión, se aventure en la lectura de este libro y empiece a descubrir que los presos también son seres humanos”
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Libros Libros Unidad Académica de Ciencias Sociales Carrera de Trabajo Social 361.3 M263c 13B01178 (Navegar estantería(Abre debajo)) Prestado 03/28/2023 13B01178

Incluye Índice general Bibliografia

2005

“Víctor Hugo Mamaní plantea un modelo alternativo fundado entra l conversación entre personas, no entre un guardia cárcel y un preso; una conversación que, fundada en el lenguaje y en el despliegue de ideas y emociones, permite construir una relación interpersonal, intersubjetiva, en la que cada una aparece frente al otro como otro sujeto, y no como el catigador y el castigado. Imbuido de una pedagogía de la presencia, tal como la predica Antonio Gomes da Costa (quien, a través de UNICEF, tanto ha hecho por los niños de la calle y en la calle, para evitar que un día se conviertan en quienes llenan las cárcel o sean víctimas de abusos y castigos), Víctor Hugo pone en evidencia su presencia, una ética del cuidado, una mano y un palabra que se tiene para iniciar un dialogo y una tarea de distintos de los que se hacen en las cárceles. Abre candados y rejas. Comparte esperanza. Crea espacios cotidianos vivenciales. Trabaja sobre lo sano, no sobre lo enfermo. Porque tiene conciencia de que el también esta privado de su libertad, de que es un preso más en el sistema que nos encierra, nos presiona, aunque sea cometido en un delito. Víctor Hugo Mamani inicia una alternativa humana, en esta sociedad casa día más deshumanizada. “Aquel que hace algo puede equivocarse”, nos dice en algún momento de su libro, pero “Aquel que no hace nada ya está equivocado”. Me gustan los transgresores, entendiendo por tales a los creadores. A los que aventuran a tomar su palabra y poner en acto todo su cuerpo vital, toda su biografía total. Desde la época de Pettinato, creo que nada se ha intento cambiar en ellas en nuestro país. Como a él, seguro también te criticaran, porque es más fácil dejar que todo siga igual que siempre. Tal vez algún día. Víctor Hugo Mamani, alguien como yo, pero desde tu profesión, se aventure en la lectura de este libro y empiece a descubrir que los presos también son seres humanos”

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