Escribanos y notarios
- Luis Péres Larraín, 1990
- xxv, 522 p.: cuadros; 20 x 13 cm.
Incluye: Bibliografía e índice
1990
El notariado exige en quien lo ejerce aptitudes de particular complejidad. No se trata de únicamente de acomodarse a las prescripciones rígidas de la ley, ni al estatuto en veces frío del gremio, sino de actuar con superior diligencia, en una tarea de múltiples derivaciones jurídicas y sociales, en la tutela de la certeza jurídicas y sociales, en la tutela de la certeza jurídica, en la garantía de los derechos de quienes demandan sus servicios, y en el prestigio y el pundonor del funcionario que ejerce una difícil magistratura de la fe pública.