| Resumen |
Esta nota liminar sobre el último trabajo científico del doctor Gustavo Morales Marín, me llena de complacencia no solo por la espléndida calidad del mismo, sino por los antiguos nexos de correspondida amistad que a él me unen. Con lo primero, más que dar, recibo lustre y figuración. Con lo segundo más se amplía y consolida el mutuo afecto y el incancelable intercambio espiritual. Pero fiel a conocida enseñanza en esta clase de presentaciones, no se tratará de un esfuerzo, bien difícil por cierto, de superar tan valiosos aportes, como tampoco, porque la faena resultaría superflua, de repetir con menos donosura y perfección lo enseñado por él, ni menos desentenderme totalmente de sus exposiciones porque sería acto inadmisible de descortesía. De esto último diré que con esta publicación se trata de ampliar, benéficamente, la gana de los interesados el conocer materia tan actual como compleja y penetrar, llevado de mano maestra, en la contemporaneidad de los adelantos científicos que gobiernan el tema, obviamente no publicados en debida forma en nuestro país y , por tanto, apenas del dominio unas cuantas privilegiadas inteligencias y desvelados cultores, entre los cuales no se cuenta e autor de estas líneas. Retiro que la tarea resulta grata, porque el discurso no puede ser más elegante y atractivo. Se cumple un fenómeno de renovación profesional cuando se pasa revista y entendimiento a este magnífico ensayo que, conviene anotar, familiarizan cuando se pasa revista y entendimiento a este magnífico ensayo que, conviene anotar familiarizan la comprensión de punto tan esencial y complicado como lo es la prueba en el nuevo Código de procedimiento penal Colombiano, al cual, el autor que comentamos, incorporó tantos avances científicos. Desde el primer párrafo su contenido de anuncia con todos sus cautivantes perfiles y a medida que la disertación gana espacio más se anima y deslumbra su lector gasta que, en medio de tanta exuberancia intelectual, se llega a su inesperado término, quedando siempre la inefable sensación de haber sido breve el deleite. Pero se palpa entonces en toda su dimensión el enriquecimiento adquirido, la cantidad de conocimientos que no se poseían y que quedan como perdurables acopios para seguir repasando el asunto y procurar una indagación más completa del pensamiento del escritor en otras de sus más densas y distintas obras. Pero ha sido singular el aprovechamiento del corto espacio de este estructurado tema para comunicar tantas y transcendentales experiencias y doctrinas. |
